viernes, 19 de noviembre de 2021

La RAE rectifica y admite tildar el adverbio «solo» y los pronombres demostrativos

 


Muchos profesionales de la lengua castellana aún no han reparado en que la Real Academia Española revirtió y modificó diversos aspectos de su norma ortográfica en la 23.ª edición de su diccionario general normativo (el DRAE, ahora DLE). Este es el caso, por ejemplo, de la tilde del adverbio solo y de los pronombres demostrativos.

Como se recordará, la Ortografía de la Lengua Española (OLE2010, § 3.4.3.3, «Tilde dacrítica», p. 269) permite prescindir de la tilde en el adverbio solo y en los pronombres demostrativos incluso en caso de ambigüedad.

Así enfatizaban la recomendación de NO tildar el adverbio solo, incluso en casos de ambigüedad, en el servicio de dudas en línea de la RAE:

Sin embargo, las correspondientes entradas del DLE2014 dicen lo siguiente, regresando a la formulación de la norma que establecía la Ortografía de 1999 (pp. 28 y 29):

«solo2. [...] Cuando hay riesgo de ambigüedad con el adj. solo1 , puede escribirse sólo.» [DLE2014, s.v. solo.]


«este 2, ta. [...] En aceps. 6-10 las formas este y esta, y sus plurales respectivos, pueden escribirse con acento (éste, ésta, etc.) cuando existe riesgo de ambigüedad.» [DLE2014, s.v. este.]

«ese2, sa. [...] En aceps. 4-7, las formas ese y esa, y sus plurales respectivos, pueden escribirse con acento (ése, ésa, ) cuando existe riesgo de ambigüedad[DLE2014, s.v. ese.]

«aquel, lla. [...] En aceps. 4-6, las formas aquel y aquella, y sus plurales respectivos, pueden escribirse con acento (aquél, aquélla, ) cuando existe riesgo de ambigüedad.» [DLE2014, s.v. aquel.]

En este cambio, en absuto aireado, quizá tuvo su peso la presión de los medios y de algunos académicos, que se declararon en rebeldía con respecto a la supresión radical de esta tilde diacrítica y seguían aplicando la norma de 1999. En cualquier caso, parece que los responsables del servicio de consultas y del departamento Español al Día de la RAE, a fecha de la publicación de esta nota, aún no se han dado por enterados del cambio normativo:

Independientemente de las clásicas incongruencias de la norma académica (o de su difusión), lo importante es aclarar qué implica esta discordancia interna entre obras académicas para el profesional de la lengua (e incluso para el usuario común).

Ante todo, implica que, si lo estima conveniente, puede volver a eliminar, con una simple tilde y sin presiones académicas, casos de ambigüedad como el que se muestra en este titular. Y esto es así porque, en principio, salvo gazapo evidente o deducible, lo que diga toda nueva obra normativa prevalece sobre las obras anteriores cuando hay contradicción entre ellas. Por tanto, siendo la edición del 2014 del Diccionario de la lengua española la más reciente de los tres principales códigos normativos del español (Ortografïa, Gramática y Diccionario general académicos), el profesional seguirá este criterio:

1. Si la última obra normativa (el DLE2014 en este caso) obvia información que sí aparece en las obras precedentes, esa información sigue siendo evidentemente válida; de modo que, en este caso, la información léxica, ortográfica o gramatical que buscamos tendrá que ir a buscarse en las obras normativas académicas precedentes a la última.

2. Pero si hay discrepancias manifiestas entre los diversos códigos normativos, como es el caso, en principio se da por bueno lo que dice el más reciente, aunque éste sea el diccionario general, porque esta obra no sólo contiene novedad léxico-semánticva, sino también novedad normativa ortográfica, morfológica y morfosintáctica (ésta, en la fraseología). Así pues, es perfectamente posible que la RAE deseche normas y propuestas anteriores en su diccionario general, como ha ido haciendo a lo largo de toda su historia. Es decir, el DLE (antes, DRAE) puede cambiar norma ortográfica y gramatical, dejando obsoletas las hasta ese momento normas vigentes.

3. Como hemos visto, el servicio de consultas en línea del Departamento de Español al Día de la RAE estableció con posterioridad a la OLE2010 la prescripción de prescindir de la tilde diacrítica en el adverbio solo y en los pronombres demostrativos. Debe de quedar claro que lo que diga el DED no tiene más autoridad de lo que indican las obras académicas, pero acaba siendo lo único que leen muchos usuarios y lo que, en la práctica, se aplica. Para despejar sus dudas, el corrector profesional está obligado a prescindir de este servicio y a consultar directamente la obra académica y cotejar sus diversas publicaciones y últimas ediciones.

 

Tomen nota.

 

Silvia Senz 

3 comentarios:

  1. Gracias, Silvia. Me cuento entre los profesionales de la lengua castellana que aún no habían reparado en este cambio.

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  2. Perfecta fundamentación con la claridad habitual en Silvia Senz.

    En cuanto a la RAE, se supera a sí misma: recular si no hay más remedio, pero que no se note.
    Saludos.

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  3. Es increíble que la RAE haya vuelto a aceptar la tilde en solo como adverbio hace muy poco. Seguía esa norma en la universidad y siempre me marcaban que revisara mi ortografía.

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