El hecho de que Barcelona (capital de Cataluña, cuya lengua propia es el catalán) sea el centro mundial de la edición en castellano y de que, en muchos casos, los editores y colaboradores del gremio tengan diversas variedades nativas del catalán, hace demasiado presente en los libros la interferencia del catalán en el castellano (un fenómeno distinto del de las voces del castellano históricamente procedentes del catalán). Y digo «demasiado presente» porque el mercado del libro en español es muy amplio y muy variado idiomáticamente y, salvo en las obras literarias, tiende en lo posible a la neutralización para evitar problemas de comprensión en el lector (lo que no resulta fácil debido a la escasez y a la deficiente disponibilidad de herramientas lexicográficas contrastivas y de bases de datos sobre variación geográfica).
Para ayudar a neutralizar un texto también en lo relativo a las consecuencias del contacto lingüístico catalán-castellano, se ofrece aquí un compendio de los catalanismos léxicos, morfológicos y morfosintácticos más frecuentes:
1. Catalanismos léxicos
Son catalanismos léxicos (términos o locuciones) frecuentes:
a más a más por además;
abrir por encender/prender o conectar: Abre la luz, que está oscureciendo;
aburrir por aborrecer: De tanto verlo lo tengo aburrido [cat. el tinc avorrit];
ahogado por atragantado;
al mediodía por a mediodía;
aparador por escaparate;
atabalar(se) por alterar(se), atolondrar(se), agobiar(se);
atrotinado por destartalado, desvencijado;
bambas por (zapatillas) deportivas o tenis;
biquini/bikini por (sándwich) mixto;
bajo por flojo (referido al volumen de sonido): Habla más flojo, vas a despertar al niño;
cacaolat (epónimo) por batido de chocolate;
cerrar por apagar o desconectar: Cierra el ordenador cuando acabes de trabajar;
chafardear por cotillear;
chocolate deshecho por chocolate a la taza;
clapa por mancha, o por calvero, o por claro;
clapar por dormir, sobar (etc.);
cuello por garganta o gaznate;
de largo por de sobra, con creces;
dejar(se) ir por soltar(se), desamarrar(se), abandonar(se), dejar(se) llevar;
descuidarse por olvidarse: Me he descuidado las llaves en casa y ahora no puedo abrir;
el año de la picor por el año de la nana, el año de la polca, el año de la pera;
el trabajo fue mío/nuestro (para) por trabajo me/nos costó, trabajo tuve (de/en/para): El trabajo fue nuestro para convencerlo de que tenía que ir al médico;
empreñarse por enfadarse, enojarse;
encontrar a faltar por echar de menos, echar en falta;
escaparse el tren/el avión/(etc.) por perder el tren/el avión;
estar por ser: Ha estado el peor año mi vida.
estar en la cama por guardar / hacer cama;
estarse de por abstenerse de;
estirar por tirar de;
estirarse por tenderse, echarse, tumbarse;
explicar por contar, narrar;
encante por baratillo, rastro, tienda de ocasión;
en un pim pam / en un pinpán por en un santiamén, en un periquete;
fregar(se) algo por frotar(se) algo: El ojo me picaba tanto que no podía parar de fregármelo;
fuerte por alto (referido al volumen de sonido): La música está muy fuerte;
girar la cabeza por volver la cabeza, voltear la cabeza;
girarse por volverse, voltearse;
grande por mayor: Su marido es más grande que ella; Mi hijo grande tiene los ojos azules, pero el pequeño, los tiene marrones;
gritar más por levantar la voz, hablar más alto;
haber por estar: Más abajo hay los pinares y el mar;
hacer por estudiar: Los jueves hago piano;
hacer años por cumplir años;
hacer asco por dar asco;
hacer bondad por portarse bien;
hacer buen efecto por causar buena sensación;
hacer buena / mala cara por tener / poner buena / mala cara;
hacer campana, por hacer novillos, faltar a clase (o fumarse las clases (España central); hacer piardas (Andalucía); palmar, latar, pirar (Galicia); hacer la vaca (Perú); irse de pinta (México); irse de capiura (El Salvador, Honduras); comer jobos (Puerto Rico); echar o hacerse la pera (Ecuador); hacer la cimarra (Chile); hacerse la rabona (Argentina, Paraguay y Uruguay), y hacerse rata (Argentina);
hacer(me) el efecto (algo) por dar(me) la impresión (de algo), dar(me) la sensación (de algo);
hacer gasolina por poner gasolina
hacer gracia por hacer ilusión, apetecer;
hacer la siesta por echar / dormir la siesta;
hacer la trabanqueta por poner la zancadilla;
hacer miedo por dar miedo;
hacer servir por usar, utilizar, emplear (etc.)
hacer tarde/ hacérsele tarde (a alguien) por retrasarse;
hacer un café (u otra bebida) por tomar un café (u otra bebida);
hacer una conferencia por dar una conferencia;
hacer una mirada por echar un vistazo o mirar;
hacer una película por echar / dar / poner / proyectar una película
hacer vacaciones por estar de/ tomarse unas vacaciones;
horno por panadería o tahona;
ir arriba y abajo por ir de un lado a otro, ir de aquí para allá;
ir de bólido por ir de cabeza, andar estresado;
ir haciendo por ir tirando, salir adelante;
lampista por fontanero;
las cosas, como sean por las cosas como son;
las escaleras por la escalera: Siempre baja las escaleras a todo correr;
limpieza por aseo: No hay que descuidar nunca la limpieza personal;
mal por daño;
mediana por tercio (referente al tamaño del envase de una bebida, esp. de la cerveza);
mirar de por intentar: Miraré de hablar con el director esta tarde;
natural por del tiempo (referente a la temperatura de una bebida): Ponme un agua natural;
no viene de aquí por qué mas da: Ponme otra copa, va, ¡no viene de aquí!;
ojos abiertos como naranjas por ojos abiertos como platos;
oreja(s) por oído(s): Tiene la oreja fina;
paleta por albañil;
para acabar de arreglarlo por para colmo, para acabar de rematarlo, para remate;
parada por puesto, tenderete, barraca;
paradista por comerciante ambulante o por expositor (refererido a una persona);
parado/a por pasmado/a;
paradoxal por paradójico:
parlante por hablante: Los catalanoparlantes suelen usar muchos catalanismos en castellano;
pasado de vueltas por pasado de rosca;
patio por recreo: Los niños salieron en tropel a la hora del patio;
pencar por trabajar, currar;
pencas por caradura;
pensarse por creerse: ¿Quién te piensas que eres?
pequeño por menor: Joan es mi hermano pequeño;
pensárselo (bien) por pensarlo (bien);
pescatero por pescadero;
pesebre por belén, nacimiento;
pieza de ropa por prenda de ropa;
pica por fregadero, pila;
picar por golpear, llamar, tocar: Estuve un buen rato picando al timbre / a la puerta, y ni te enteraste;
picarse clases por hacer novillos (etc.; v. hacer campana);
plantar cara por revolverse, enfrentarse;
plegar por acabar de trabajar;
por descontado por por supuesto;
pote por bote, tarro;
primero de todo por antes que nada, en primer lugar;
puestos a hacer por ya puestos: Puestos a hacer, visitamos la ermita también;
¿quieres decir? por ¿estás seguro/a?;
quinto por botellín (referente al tamaño del envase de una bebida, esp. de la cerveza);
rampa por calambre;
remarca por énfasis;
repensárselo por pensarlo dos veces, pensárlo mejor;
ropa por tela;
rustido por asado o por tostado;
saber mal (algo) por lamentar (algo);
sentir por oír;
señora de hacer faenas por limpiadora, asistente del hogar, asistenta;
sucar por mojar o mojar en/de;
tanca por cierre (de un vestido, etc.);
talón por tacón;
tener (algo) por la mano por dominar (algo), saber hacer (algo);
tirar por echar, desechar, verter, arrojar: Cuando salgas, tira esta carta al buzón; En esa partida me tocó a mí tirar las cartas;
tirarse florecitas por echarse flores, halagarse, alabarse;
todo junto por en resumidas cuentas, en resumen;
tornavís por destornillador;
torre por chalet, casa de campo;
trempar por empinarse, empalmarse;
venir por ir: ¡Ya vengo!; Te vendré a ver pronto;
visitarse por ir al médico;
yo de usted/ tú por yo que usted/ tú, yo en su/tu lugar;
¡y tanto! por ¡ya lo creo!
2. Catalanismos morfológicos y morfosintácticos
Son catalanismos morfológicos y morfosintácticos habituales:
1. El uso de sin con un valor adverbial que tiene en catalán, pero no en castellano, donde sólo es preposición:
Con bigote tiene más cara de policía que sin, en lugar de Con bigote tiene más cara de policía que sin bigote / sin él.2. El uso del adjetivo indefinifo cada —que en castellano es distributivo— cuando el texto pide un sentido de frecuencia:
Los días de cada día voy a trabajar, en lugar de Los días de diario voy a trabajar.
Olga va cada semana a misa, en lugar de Olga va todas las semanas a misa.
Nota normativa: Este último uso es aceptable en castellano cuando, después de cada, se aplica un numeral (cf. <https://dle.rae.es/cada#6a9NObu>, acepción 2):
Su hijo la visita cada tres meses.
3. La supresión de la preposición a delante de complemento directo de persona:
Hemos pasado de nombrar Messi balón de oro y pichichi a lanzarle las más duras críticas, en lugar de Hemos pasado de nombrar a Messi balón de oro y pichichi a lanzarle las más duras críticas.Advertencia: Supone una ultracorrección (o un error, simplemente), añadir la preposición a delante de complemento directo de cosa:
Los primeros tipos emulaban a la caligrafía (palabra que, en griego, significa ‘escribir con letra hermosa’) y la escritura manuscrita cotidiana.
4. El uso de la preposición de en estructuras partitivas impropias del castellano:
En Barcelona, de museos hay un montón, en lugar de En Barcelona hay museos a porrillo / En Barcelona hay muchos museos / En Barcelona hay museos a montones.
Ya basta de esto, en lugar de ¡Ya basta!, ¡Es suficiente!, ¡Punto!5. El uso de que expletivo en oraciones interrogativas:
¿Que se ha roto?, en lugar de ¿Se ha roto?6. El uso del que galicado (también muy común en el español de América):
¿Que vendrás mañana?, en lugar de ¿Vendrás mañana?
Fue entonces que noté que no estaba en su habitación, en lugar de Fue entonces cuando noté que no estaba en su habitación.7. La supresión de que en la locución conjuntiva una vez que ‘cuando, después de que’:
Fue por eso que recurrí a una gran amiga suya, en lugar de Fue por eso por lo que recurrí a una gran amiga de ella.
Los bomberos solamente actúan una vez se produce el fuego.
8. Cuando en la oración de relativo se repite la preposición de la oración principal, la supresión del artículo entre la preposición y el pronombre relativo:
En la ciudad en que vivo hay mucha contaminación sonora y atmosférica, en lugar de En la ciudad en la que vivo hay mucha contaminación sonora y atmosférica.
Hay muchos más casos de interferencia del catalán-valenciano en el castellano a todos los niveles. Para un conocimiento más profundo, se recomienda esta obra:
Rodríguez Vida, Susana: Catalán-castellano frente a frente. Errores más habituales de los hablantes bilingües (pról. de J. Ruaix), Barcelona: Inforbook’s, 1997.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog no publicará los comentarios de personas no identificadas.